Soy Luiza y soy adicta a los
malandritos. Por donde vivo es una zona mas o menos segura. Vivo en una
privada, pero los lados si son como de barrios. En uno de esos está como la
pandillita. No son así peligrosos, se sabe que asaltan y roban, pero no por la
zona. Se van con sus motos por otros lados. Entre ellos está Carraca que es un
malandrito bien bueno. Cuerpo ejercitado y con cara de pandillero.
Me lo topaba en las tardes, que
era cuando salía a pasear con mi perro. Con su moto italika, viéndome el culo, diciéndome
¡adiooos mami! Al principio si me daba miedo. Pero me fui acostumbrando a
verlo.
Me confíe y es que yo trabajo en
la putería. Una noche me fui con un cliente que me pagó muy bien. Me dejó en
una avenida y fui caminando hacia mi casa. No era tan tarde, tuve que pasar en
un cruce peatonal de esos que están arriba de la calle tipo puente. Entonces lo
veo venir de frente, no me preocupe, se que me ubicaba y yo lo ubicaba a él. Y me dice ya estando cerca, ¡presta varo para
los tacos morra! Yo me quede como que no entendiendo.
Me agarró la bolsa como queriéndomela
quitar y de nuevo de ¡saca pa los tacos! Y yo de ¿cuánto necesitas para los
tacos? Y me dice ¿Cuánto traes? Y yo nerviosa sacó un billete de $500. Yo traía
una minifalda y escote. Me dice, ¡traes mas no te hagas! Y me arrebató la bolsa
para revisar. Si dije, ya me quitó todo. Pero mientras revisaba me echaba
miraditas a las tetas. Y le dije ¡no mames papi, no me quites el dinero! Y el
solo se reía.
Y me saqué las tetas jaja, le
dije, ¿quieres ver más? Pero déjame el dinero. El diciendo ¡pinchi puta! Pero si
me apretó una teta. ¿pero traes pito no? Me dijo, y yo de ¡si, pero tengo un
rico culo! Y el de ¿me estas ofreciendo el culo? Y yo de ¡sí! ¿quieres verlo? Y
el me dijo que va.
Me levanté la falda y me hice un
lado la tanga mostrándole mi agujero. Y el de ¡ala madre si esta bien bueno! Comenzó
a acariciarme la raja con su dedo. Mi verga ya estaba goteando de lo excitada
que estaba. Y me dice ¡sí quiero puedo cogerte y no darte la lana! Yo ya bien puta, de ¡cógeme papi! El se agachó
a comerme el culo. Lengüetazos y metidas de dedo disfrutando mi culo.
No se si nos vieron jaja, yo
empinada agarrada en el tubo de metal viendo coches abajo. El malandro comiéndome el culo, luego mi
verga se me salió de la tanga y el comenzó a jalármela, sin dejar de mamarme el
culo. Me encantan esos chacales que se atreven a todo.
Se bajó el short sacándose una
buena verga larga. No pude evitar agacharme a chupársela primero. No se por qué,
mientras mas malandros, mas deliciosa la tienen. Un chico si se asomó como
queriendo pasar, pero al vernos se regresó, pero si me di cuenta que nos andaba
grabando bien rico.
Me puso en cuatro en el suelo, y
comenzó a pasarme su verga en mi culo. Escupiendo en mi mano, le embarré mi saliva
en su verga. Luego comenzó a metérmela en el culo. Pinchi malandro se movía
rico rompiéndome el culo. Comencé a gemir mientras me apretaba las nalgas y me
la metía toda. ¿te gusta mi culo? Le preguntaba, el me decía que estaba apretado
y caliente.
Me agarró de los cabellos y
comenzó a cogerme mas duro. Yo con el culo dilatado recibiendo tremenda
vergota. Mi verga goteando, comencé a jalármela por abajo. Estaba tan excitada
que me corrí derramando mi leche en el suelo. Él no paraba de cogerme, vimos
que una patrulla se estacionó en la orilla, justo bajo el puentecito. No se si
venía por nosotros, pero no quisimos arriesgarnos. Rápido el se subió el short
y yo me acomode todo y bajamos del otro lado. Le dije, vamos a un motel papi,
yo lo pago. Él aceptó y en su moto nos fuimos al primero que encontramos.
Ahí me quitó la falda y la blusa,
dejándome solo en lencería. Sostén abajo y tanga de un lado. Me dio unas chupadas
de tetas deliciosas, mientras yo le jalaba su verga. Luego quiso cogerme,
andaba caliente también. Arrodillada sobre la cama, él atrás comenzó a
penetrarme el culo. Me ahorcaba, me jalaba el cabello, bien salvaje, yo me
corrí de nuevo jaja. Pero el si se tardaba, su verga bien dura no deslechaba.
Hasta que sentí su leche
inundando mi culo. Fue riquísimo, me acosté boca abajo y el encima siguiéndome cogiendo.
Salía mas leche y el seguía metiéndomela. Hasta que su verga se durmió y se
recostó sudado a mi lado.
Si fue delicioso. Al menos ya no
me quitó mi dinero, pero le di mi número. Ha querido ir a mi casa, pero le digo
que no jaja, mejor en moteles. Pero comencé a coger seguido con él. Incluso
grabar unas cosas para mis clientes. Me encanta, por que el bien puesto, no le
importa que lo grabe cogiéndome.
